El test Alcat permite elaborar una dieta personalizada en función de cada organismo.

El test Alcat detecta la posible reacción adversa que presentan las células de la sangre frente a los 100 alimentos más comunes y 16 aditivos químicos bastante problemáticos. Permite estudiar y valorar el comportamiento de las propias células frente a cada uno de los alimentos incluidos en el test y los resultados ayudan a crear un perfil dietético personalizado.

El test Alcat resuelve la limitación que representan otras pruebas y es de gran fiabilidad porque no produce “reacciones cruzadas”.

Esther T.L llevaba algún tiempo sin sentirse bien a pesar de llevar una alimentación sana: retenía muchos líquidos, se sentía hinchada, tenía erupciones cutáneas y dolores de cabeza con bastante frecuencia; por todo ello decidimos realizarle el test y en función de los resultados modificamos sus hábitos alimentarios.

“Hace sólo dos meses de mi primera visita y estoy encantada, me encuentro de maravilla porque me detectaron las intolerancias alimentarias, los alimentos que reaccionaban mal en mi cuerpo” nos cuenta Esther.

Una simple gota de sangre se divide en 100 partes y tras varias horas de proceso en el laboratorio, un sofisticado sistema de análisis celular detecta si ha habido cambios en las células presentes en cada uno de los cultivos analizados. A continuación el tratamiento informático de la información concluirá sobre la ausencia de reacción (no hay intolerancia) o presencia de la reacción (sí hay intolerancia) que puede ser de tres grados: positivo bajo, medio o alto. El resultado se asocia a un código de colores para cada uno de ellos. La relación de alimentos analizados es además muy extensa, e incluye desde los más comunes a otros que emplea la industria alimentaria sin que le consumidor lo sepa.

Esther T.L nos comenta: “A partir de los datos de la analítica, la doctora me eliminó ciertos alimentos del grupo rojo, que en mi caso correspondía a patata, leche de vaca, plátano, atún, avellana, etc… Me elaboraron una dieta, y en dos meses me encuentro deshinchada, he perdido peso y lo más importante es que mi estado general ha mejorado mucho”.

Debemos aclarar que la intolerancia a la que nos referimos no es una reacción alérgica, pero constituye un efecto indeseable producido por la ingestión de un alimento determinado.
A veces puede ser debido a la carencia de un enzima que permite digerirlo. Son motivo de dolencias como por ejemplo náuseas, diarrea, dolores de estómago o de cabeza, problemas cutáneos, sinusitis, etc.

El test nació en EEUU hace más de diez años, los primeros países en usarlo fueron Gran Bretaña y Francia; en España hace poco más de un año que se ha introducido.