Frente a esta avalancha de prisas, automatismos, y comida emocional, queremos invitarte a desarrollar consciencia en la comida, y a comer con consciencia. Es más sencillo, divertido, y útil de lo que puede parecer en un primer momento. Te vamos a contar cómo.

En primer lugar vamos a comprender en qué consiste el Comer consciente como opción frente al Comer emocional. Cuando comes de un modo emocional es fácil consumir los alimentos equivocados, incluso sin darse cuenta de ello. Es una forma de comer compulsiva, más relacionada con ansiedad y miedos que con amor y compasión.

La Comida Emocional es cuando no comes para alimentarte y nutrirte, sino por aburrimiento, enfado, soledad, tristeza o cualquier causa similar.
Visto esto, queda claro a qué llamamos Comida Consciente. Es aquella que se realiza prestando atención al momento, tanto en la preparación si la elaboras tú, como sobre todo en el momento de llevarte cada fragmento a la boca. Es sentirte muy presente de lo que ocurre dentro y fuera de ti, en tu cuerpo, corazón, mente y entorno. Es consciencia del acto de alimentarse, sin juicios ni tensiones.

Ahora vamos a compartir unas ideas generales que te servirán para facilitar este proceso de comer de un modo consciente.

Atención plena es estar consciente de tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas en el momento presente:

* Conoce los alimentos.
* Come despacio, mastica cada trozo con consciencia.
* Evita en lo posible la comida basura y prefabricada.
* Cuando tengas ganas de comer entre-comidas, busca opciones saludables como frutos secos o frutas en general.
* Cuando comes, comes. No hagas otras cosas como ver la tele, oír la radio, o navegar por internet.
* Come sentado.
* Desarrolla actitud de gratitud en cada bocado.
* No confundas hambre y enfado o frustración.
* Deja de comer un poco antes de sentirte lleno.
* Utiliza todos tus sentidos para elegir comer alimentos que son placenteros para ti y nutritivos para tu cuerpo.
* Aprende a estar consciente de tu hambre física y de las señales de saciedad para guiar tus decisiones de comenzar y parar de comer.
* Dirige tu atención a la alimentación, momento a momento.

Estas sencillas ideas te servirán para ver hasta qué punto funcionamos en piloto automático en muchos áreas de nuestra vida, y en la alimentación en particular. Cuanto más automatismo tengas, más difícil es escoger los alimentos y combinaciones que sientan bien a tu cuerpo y alma.
Cada día comemos entre 3 y 5 veces, lo que a la semana nos ofrece entre 21 y 35 oportunidades para hacer el proceso con mayor conciencia de lo habitual.