Los hilos mágicos tienen su origen en Japón y se llevan utilizando como material de sutura cardíaca desde hace mucho tiempo, con lo que está probado que no produce rechazo ni alergias al ser antimicrobianos y bioabsorbibles. El material del hilo es la Polidioxanona y se reabsorbe a los 6 meses. Sin embargo, el efecto creado a raíz de la creación de nuevo tejido a base de colágeno y fibroblastos puede durar entre 12 y 18 meses.

¿Por qué son mágicos?
La razón por la que los llaman “hilos mágicos” deriva de la auténtica innovación que representan con respecto al resto de hilos tensores: el material del que están fabricados, el Polidioxano, crea tejido de soporte de forma natural por la producción de colágeno y fibroblastos alrededor del hilo insertado, que tensan y redensifican la piel.

¿En qué consiste?
“Los hilos tensores consiguen devolver firmeza al óvalo facial y tensar la piel del cuello con un procedimiento muy sencillo y seguro. Se trata de tejer una especie de malla, un entramado de hilos cruzados que sujete el tejido facial.
Tras determinar las áreas faciales a tratar y en tan sólo 30 minutos, el médico especialista introduce los minihilos tensores bajo la dermis. La técnica es totalmente individualizada para cada paciente dependiendo de la edad, la fisonomía y el grado de flacidez pero en una sesión estándar se suelen insertar entre 10 y 20 hilos.
Se aplican a través de una aguja-cánula muy fina que se introduce en un plano a través del tejido celular subcutáneo y al retirarla, la hebra queda tensada sin necesidad de anclaje. Cada hilo provoca una fibrosis progresiva en el tejido celular subcutáneo, lo que facilita su anclaje a la piel.
Eso sí, como en cualquier tratamiento médico -estético, es fundamental que se realice por un profesional formado en la técnica. Sabemos que es algo de sentido común, pero es fundamental insistir en ello.
Pero no es una técnica excluyente: este método de rejuvenecimiento es compatible con otros tratamientos como el rejuvenecimiento de la mirada, la mesoterapia con vitaminas, el láser o las infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento.
Mezclando técnicas según las adaptaciones que necesite cada paciente se pueden obtenerse unos resultados magníficos.

Rejuvenecer desde dentro
En Clínica Sacher somos capaces de rejuvenecer desde dentro hacia fuera estimulando la piel para formar colágeno nuevo, además de fibroblastos pues los hilos favorecen la formación de colágeno, el responsable de la firmeza de la piel.

¿El resultado?
Una piel más elástica y más brillante.
Una de las principales ventajas de este producto ‘mágico’ es que prácticamente no existen alergias ni rechazos. Además, es indetectable a la palpación y a la vista, y sólo necesita mantenimiento a medio plazo. Los resultados, naturales y en armonía con la fisonomía del paciente, se observan desde su aplicación.

Aplicaciones de los hilos mágicos o japoneses: en la cara, cuello, brazo, abdomen, muslo, glúteo.