El colesterol es fundamental para que nuestro cuerpo funcione correctamente, pero cuando los niveles de colesterol malo (LDL) son demasiado altos, las probabilidades de sufrir cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades aumentan considerablemente poniendo en riesgo la vida.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es un lípido que se encuentra en los tejidos corporales y en el plasma sanguíneo. Lo encontramos en altas concentraciones en el hígado, en la médula espinal, en el páncreas y en el cerebro.
La principal fuente de colesterol es nuestro propio cuerpo ya que el hígado es el responsable de fabricarlo, aunque a través de la alimentación también lo obtenemos. De hecho, alrededor de un 30% del colesterol presente en nuestro organismo, proviene de lo que comemos.
Principalmente hay dos tipos de colesterol:
- Colesterol LDL (colesterol malo): se acumula en las paredes de las arterias dificultando la circulación sanguínea. Los niveles altos de colesterol LDL aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y por ello, es importante llevar un control.
- Colesterol HDL (colesterol bueno): en este caso, el colesterol HDL se ocupa de recoger el colesterol que no se ha utilizado devolviéndolo al hígado donde es eliminado. Se produce de forma natural en nuestro cuerpo y contribuye a reducir los niveles en sangre.
¿Cuáles son los valores de colesterol que debemos tener en cuenta?
Para conocer nuestros niveles de colesterol es necesario realizar un análisis de sangre. Hay cuatro valores que debemos tener en cuenta:
- La suma total de los niveles de colesterol, tanto del bueno como del malo, así como los valores de triglicéridos, no debe superar 200mg/dl
- El colesterol LDL debe tener unos valores inferiores a 130mg/dl, aunque se considera que es mucho mejor que este valor sea inferior a 100.
- El colesterol HDL debe tener valores superiores a 45mg/dl.
- Los triglicéridos deben tener unos valores inferiores a 150mg/dl
Cuando tenemos unos niveles altos, es importante tomar medidas para bajarlos. El médico nos puede recomendar medicamentos efectivos y seguros, pero la clave para conseguir unos niveles saludables se encuentra en un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas, rica en nutrientes, ejercicio frecuente y mantener un peso ideal.
Consejos para controlar el colesterol
Elimina las grasas trans y reduce el consumo de grasas saturadas
Este tipo de grasas se encuentran en productos lácteos como las margarinas y mantecas, carnes grasosas y sus derivados (embutidos, salchichas…). Es aconsejable seguir una dieta rica en alimentos vegetales y productos descremados y sustituir la manteca por aceites vegetales como el de oliva.
Nutrientes vegetales
Los fitoesteroles son nutrientes vegetales que actúan evitando que el organismo absorba el colesterol. Consiguen reducir el colesterol y los encontramos en alimentos como el salvado de arroz, en la soja, en las semillas de lino, en las aceitunas, en el coco, en la cebolla, en la raíz de remolacha, el repollo, en las naranjas, los plátanos, las cerezas y muchos otros alimentos vegetales.
Ejercicio moderado
Debemos alejarnos de una vida sedentaria. La actividad física aeróbica es necesaria junto a un buen aporte de Omega-3. Se recomienda como mínimo, caminar al menos 30 minutos al día.
Omega-3
El omega-3 juega un papel fundamental. Es un tipo de grasa que protege al corazón y por ello es esencial incluir en nuestra alimentación alimentos ricos en omega-3 como el pescado azul, las semillas de chía, nueces, soja, yemas de huevo, marisco… También podemos recurrir a los suplementos de ácidos grasos esenciales que podemos encontrar en cualquier farmacia.
Controles regulares
No bajes la guardia y realiza controles regulares de tus niveles de colesterol. Es necesario establecer unas pautas para controlar el riesgo cardiovascular y reducirlo.
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