Llegó el nuevo año, y la mayoría de las personas ya están comenzando a pensar cómo contrarrestar los efectos de los excesos de diciembre. Sin embargo, no es una tarea difícil, puesto que basta con:

• adoptar hábitos alimenticios saludables
• incorporar el ejercicio a la vida diaria
• disminuir el consumo de alcohol
• incorporar frutas y vegetales
• dejar el cigarrillo.
• tomar menos grasas saturadas y azúcares

La dieta es una muy buena decisión para tu salud del próximo año. 

Es fácil entender que en diciembre se aprovechan las fiestas y reuniones familiares para dejar a un lado el estrés y disfrutar de la compañía. Las grandes “comilonas” y los tragos hacen más amena la celebración.
Ahora que ya ha llegado el 2006, es hora de dejar a un lado las culpas por todo lo que se comió y bebió durante la época navideña, seguramente estaban muy bien merecidas.
Lo importante es comenzar desde ahora mismo a tomar medidas que contrarresten los excesos de diciembre, y tratar de llevar, durante todo este nuevo año, un estilo de vida sano que no atente contra la salud y permita mejorar la calidad de vida.
Existen muchas formas de alcanzar la meta de un cuerpo saludable, que incluyen desde una buena alimentación, hasta adoptar hábitos que se conviertan en los mejores aliados de la persona.
No cabe duda que para la mayoría de las personas, lograr mantener durante casi 365 días la rutina saludable no es fácil, pero siguiendo algunos consejos se pueden revertir muchos daños.

La primera recomendación es, iniciar el año con una visita médica especializada, que determine cuáles fueron son los trastornos para la salud generados durante las fiestas de diciembre. Hasta las cosas más pequeñas pudieron haber sido maltratadas por los excesos, por lo que solo un médico está capacitado para tal diagnóstico.

Alimentándose bien 
La obesidad ya es considerada como una enfermedad y aunque existe una diferencia muy grande entre el exceso de peso y la obesidad, es necesario que se tomen medidas preventivas para que unos cuantos kilitos de más no se conviertan en algo más grave.
Para que esto no pase, debes favorecer el consumo de alimentos bajos en grasa y altos en fibras, así como también la realización de actividades físicas.
Esta educación alimenticia debe comenzar desde muy temprana edad, y debe llegar incluso a los colegios, motivando a la ingesta de más frutas, vegetales , nueces y eliminando las grasas y los azúcares.
En general, se recomienda evitar las frituras, las salsas muy pesadas, la mayonesa, bebidas gaseosas, quitarle la piel a las aves y la grasa visible a la carne, preferir pollo, pavo y pescado, cocinado al horno, parrilla o plancha, acompañar las comidas con muchas verduras y ensaladas verdes, evitar los aderezos, preferir los jugos naturales sin azúcar, tomar mucha agua, si es posible unos dos litros al día y ser moderado con el alcohol.
Existen muchas recomendaciones para las dietas, las cuales no deben ser sacadas de cualquier libro o revista porque pueden no ser nada adecuadas para ti, incluso perjudiciales. Cuando hablamos de salud y estética, lo primero es realizar una consulta médica. No juegues con tu salud.

¡A moverse!
Siguiendo las recomendaciones anteriores, y moderando las cantidades de alimentos que se come, se puede llegar a obtener excelentes resultados, pero esto debe complementarse con sesiones de actividad física.
Hacer ejercicio mejora la salud, previene enfermedades, controla el peso y tiene muchos otros beneficios. Lo importante es aprender que al hablar de actividades físicas no se refiere a sudar dos horas en una máquina de pesas. Hasta una simple caminata diaria de media hora puede traer muchos cambios a quien la practica.
Moverse trae muchas cosas buenas para el cuerpo, puesto que fortalece el corazón, pulmones y articulaciones, aumenta la oxigenación de los músculos, incrementa la fuerza y flexibilidad de los huesos, hace funcionar mejor la circulación, eleva el sistema inmunológico y el metabolismo, regula los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa.

Humo venenoso
Como las resoluciones de año nuevo incluyen no sólo ponerse en buena forma sino también llevar un estilo de vida saludable, el cigarrillo también debe ser tomado en cuenta. Son innumerables los peligros que trae el consumo de esta sustancia, así como también los beneficios de dejarlo. Fumar es un hábito difícil de eliminar, pero los riesgos son bien conocidos.

El trago peligroso: el alcohol
Las fiestas y reuniones de amigos siempre van acompañadas de bebidas alcohólicas, por lo que es necesario no abusar. Según Alcohólicos Anónimos, beber en exceso se define como más de catorce tragos en una semana para los hombres y siete para las mujeres. Esto aumenta los riesgos de padecer alcoholismo, cirrosis, hepatitis, osteoporosis, hipertensión, agrandamiento del corazón, supresión del sistema inmunológico, accidentes y lesiones, depresión, y aumenta el riesgo de ser el iniciador o receptor de actos de violencia.